Monday, April 23, 2007

Sobre diezmos... II-- ¿Qué dice la Biblia?


Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.(Hechos 15:28-29)

Los Gentiles (No-Judios), convertidos al Cristianismo no debemos, ni podemos someternos a los ritos, leyes... impuestas por Dios al Israel del Antiguo Testamento... Por que? Muy fácil, porque la Ley no fué dada para el Justo (1 Timoteo 1:9-10). El Apóstol es muy claro, específicamente en el libro de Gálatas, el problema candente en esos dias era la circuncisión, tema "sagrado" para los Judaizantes de la época (algo parecido al diezmo protestante de hoy en dia). Pablo en esta epístola deja muy claro que todo aquel que se circuncida se desliga de Cristo y cae de la gracia... Veamos:

"He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.
Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado A GUARDAR TODA LA LEY. De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído." (Gal 5:2-4)


Pero ¿por qué? cuál sería la razón por la cual Pablo fué tan drástico, tan radical al exponer este punto... no creo que sea por el hecho de simplemente cortar el pedazo de carne, o por seguir un rito... A mi entender la respuesta es mas clara en el libro de Hebreos, en el Capitulo 10:29... Veamos,

¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda LA SANGRE DEL PACTO en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

El simple hecho de volver a la Ley, a querer justificarnos en base a la Ley Mosaíca es practicamente pisotear la sangre del pacto y hacer afrenta al Espiritu de Dios. Suena fuerte y feo, lo sé, pero eso es lo que dice la Biblia.

El Diezmo Levítico, asi como la Circuncisión están los dos incluídos en la Ley de Moises. Dado el caso no se puede, ni se debe pedir ni mucho menos exigir a los Gentiles que se arrepienten de sus crímenes y reciben al Señor Jesus como su Señor a que sigan esta serie de ritos y leyes antiguas, que no tienen poder para salvar y mucho menos poder para convertir el corazón de una persona.

Ahhhh!! Y para los que estén pensando que el Diezmo fué usado por Abraham y Jacob, (Antes de La Ley) me gustaría recordarles que no fué una ordenanza de Dios para con ellos, no así como la circuncisión, la cual SI!! fué establecida como un pacto, entre Dios y Abraham. Pero en la Ley de Moises, los dos (Diezmos y Circuncisión) fueron incluídos como una ordenanza (para un pueblo rebelde). Al estar impuestos en La Ley, son invalidados y clavados en la Cruz por nuestro Señor Jesucristo. (Colosenses 2:14)

Dado el caso, la circuncisión tendría mas valor, y debería ser "exigida" por los defensores del pacto Abrahamico, o los Judaizantes modernos, pero... pero... El Espiritu Santo es demasiado claro con respecto a estos asuntos... Volver a cualquiera de ellos es pisotear la sangre derramada por el Señor Jesus, hacerla inmunda, y desligarse de Cristo para siempre... Tan simple como ABC!!!

Bendiciones.

Sunday, April 15, 2007

Sobre "diezmos" y "ofrendas"...



Tema controversial, y casi sagrado para muchos. No queriendo causar controversia me he tomado la molestia de leer lo que pensaban sobre este tema en la Iglesia Primitiva. He notado como la Iglesia Primitiva no practicaba el Diezmo Levitico por considerarlo parte de la Ley Mosaica, y si recibia ofrendas voluntarias de los Hermanos que estaban dispuestos a dar por amor, nunca por obligacion o miedo. Y que estas ofrendas voluntarias eran usadas para ayudar a los necesitados (vuidas, huerfanos, enfermos, pobres, etc...)

Aqui tres comentarios hechos por Irineo de Leon, Tertuliano y Justino Martir (Hombres que dieron su vida por el Evangelio de nuestro Senor Jesucristo)

"Por lo tanto no necesitamos de la ley como pedagogo; he aquí que nosotros hablamos con el Padre y estamos en su presencia convertidos en niños sin malicia y afincados en la justicia y honestidad. La Ley, en efecto, no afirmará más: (...) no exigirá los diezmos de quien ha consagrado a Dios todos sus bienes y ha dejado padre, madre y toda su familia para seguir al Verbo de Dios" (Ireneo de Lión, Demostración de la predicación Apostólica 96)


"Y aunque exista entre nosotros una caja común, no se exige una suma obligatoria a los elegidos, como si la religión fuera sacada a subasta. Cada cual entrega una módica suma un día fijo del mes, cuando quiere y si quiere y si puede, porque a nadie se le obliga a dar: cada uno contribuye espontáneamente. Estos son unos fondos de ayuda, porque de ellos no se saca el dinero para banquetes o fiestas ni estériles comilonas, sino para alimentar y sepultar menesterosos, y niños, y doncellas y huérfanos, y a los criados y a los ancianos..." (Tertuliano, Apologético. Cap. XXXIX)

"Cuantos disponen de bienes y quieren dan libremente lo que les parece. Lo recogido se deposita en manos del que preside, quien se encarga de socorrer a los huérfanos, a las viudas y a quienes por enfermedad o cualquier otra razón se hayan necesitados. También a los presos (Se refiere a cristianos encarcelados por serlo) y a los huéspedes llegados de lejos." (Justino mártir, Misterios cristianos, 67)

Friday, April 06, 2007

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?


Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?

Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo.
Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

En ti esperaron nuestros padres;
Esperaron, y tú los libraste.

Clamaron a ti, y fueron librados;
Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.

Mas yo soy gusano, y no hombre;
Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.


Todos los que me ven me escarnecen;
Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:

Se encomendó a Jehová; líbrele él;
Sálvele, puesto que en él se complacía.

Pero tú eres el que me sacó del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.

Sobre ti fui echado desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;
Porque no hay quien ayude.

Me han rodeado muchos toros;
Fuertes toros de Basán me han cercado.

Abrieron sobre mí su boca
Como león rapaz y rugiente.

He sido derramado como aguas,
Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas.

Como un tiesto se secó mi vigor,
Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte.

Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos;
Horadaron mis manos y mis pies.

Contar puedo todos mis huesos;
Entre tanto, ellos me miran y me observan.

Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.

Mas tú, Jehová, no te alejes;
Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.

Libra de la espada mi alma,
Del poder del perro mi vida.

Sálvame de la boca del león,
Y líbrame de los cuernos de los búfalos.

Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
En medio de la congregación te alabaré.

Los que teméis a Jehová, alabadle;
Glorificadle, descendencia toda de Jacob,
Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.

Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido,
Ni de él escondió su rostro;
Sino que cuando clamó a él, le oyó.

De ti será mi alabanza en la gran congregación;
Mis votos pagaré delante de los que le temen.

Comerán los humildes, y serán saciados;
Alabarán a Jehová los que le buscan;
Vivirá vuestro corazón para siempre.

Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.

Porque de Jehová es el reino,
Y él regirá las naciones.

Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.

La posteridad le servirá;
Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.

Vendrán, y anunciarán su justicia;
A pueblo no nacido aún,
anunciarán que él hizo esto.

Tuesday, April 03, 2007

--¿Quién es mi prójimo?--


--Un hombre que descendía de Jerusalén a Jericó cayó en manos de ladrones, los cuales lo despojaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto.
Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y al verlo pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, al verlo pasó de largo. Pero un samaritano que iba de camino, vino cerca de él y, al verlo, fue movido a misericordia. Acercándose, vendó sus heridas echándoles aceite y vino, lo puso en su cabalgadura, lo llevó al mesón y cuidó de él. Otro día, al partir, sacó dos denarios, los dio al mesonero y le dijo: "Cuídamelo, y todo lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando regrese".
¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
Él dijo:
--El que usó de misericordia con él
Entonces Jesús le dijo:
--Ve y haz tú lo mismo.

Mas allá del mensaje dado por Jesus a este “intérprete de la Ley”, encontramos ciertos contrastes en esta parabola que va dedicada a nosotros, los que nos llamamos Cristianos, notemos como los dos primeros hombres que pasan junto al hombre golpeado, humillado y necesitado son precisamente “Religiosos”; “hombres de Dios” como los llamaríamos en nuestro lenguaje neo-evangélico.
El Señor Jesus, toma deliberadamente estos dos ejemplos para mostrarnos que el ser en si Religioso, o “dedicado a Dios” no es un fin en si mismo. El requiere que seamos como El, que pensemos como El y sobre todo que actuemos como El. La compasión hacia los mas necesitados, vuidas, huerfanos y similares debe ser la marca del Cristiano… el sello del Espiritu Santo en nuestras vidas. “Juicio sin misericordia se hará con quien no tuvo misericordia”. (Sant 2:13)
Es inadmisible ver a un Hermano/Hermana que se jactan de conocer a Jesus, pero sus obras dicen todo lo contrario. Y no es juzgar, el Señor en su infinita sabiduría nos dejo el libro de 1 de Juan, en el cual podemos vernos en el espejo, ver y saber quien es un mentiroso y quien en realidad es un Hijo de Dios.
“En esto se manifiestan los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3:10)
En realidad si no amamos a nuestro prójimo, si no ayudamos, no solo de palabra pero con hechos, estamos testificando que no conocemos a Dios y que no pertenecemos a El.
El que dice: «Yo lo conozco», pero no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso y la verdad no está en él (1 Juan 2:4)
No nos engañemos, “religiones” hay miles, Cristianismo solo UNO!!
Seamos verdaderos Cristianos, demostremos que somos diferentes. No seamos muertos espirituales, a los cuales nos tienen que despertar con musica o con palabras bonitas, seamos llenos del Espiritu Santo siempre. No solo los “Domingos”.
El mundo está esperando este tipo de Cristianismo que puso de cabeza al Imperio Romano, que puso de cabeza la mundo entero… Ese Cristianismo que cambió la historia de la humanidad, de las tinieblas a la luz…
Seamos la sal de esta Tierra, no busquemos las cosas que el mundo busca. Seamos radicalmente opuestos. Si eres de El, escucharás su Voz, sino eres de El… seguirás igual que siempre… siendo una silla mas ocupada cada Domingo, entre cuatro paredes, que están destinadas al fin y al cabo a volver a ser polvo… como le pasó al famoso y aclamado “Templo de Jerusalem”.

Vamos, salgamos de nuestras cuatro paredes, el mundo se está yendo al infierno, muchos están muriendo de hambre, de Sida, de dolor... mientras nosotros seguimos en nuestras asambleas, nuestras reuniones, dias festivos, servicios y conciertos. Dejemos de imitar al Fariseo y al Levita, que al parecer iban un poco tarde para el concierto del cantante "Cristiano" del momento!!

Imitemos al Maestro, y hagamos como El dijo!!

¡Y ahora resulta que por decirles la verdad me he vuelto su enemigo! (Gálatas 4:16)